
Benito Pérez Galdós nació en Las Palmas en 1843 en el seno de una familia de la clase media. Recibió una educación rígida y religiosa, que no le impidió entrar en contacto con el liberalismo, doctrina que guió los primeros pasos de su carrera política.
En 1867 se trasladó a Madrid para estudiar derecho, carrera que abandonó para dedicarse a la labor literaria. En 1870 apareció su primera novela, La sombra.
Dos años más tarde, poco después de la muerte de su padre y mientras trabajaba como articulista para La Nación, Benito Pérez Galdós emprendió la redacción de los Episodios Nacionales, probablemente inspirado en los relatos de guerra de su progenitor, que había participado en la guerra contra Napoleón. El éxito inmediato de la primera serie, que se inicia con la batalla de Trafalgar, lo empujó a continuar con la segunda, que acabó en 1879.
Durante este período también escribió novelas como Doña Perfecta (1876) o Marianela (1878). A esta etapa literaria se le conoce como novelas de tesis.
Bajo el influjo de Zola inicia una nueva etapa donde publica sus obras más importantes: Fortunata y Jacinta (1886-1887), Miau (1888) y Tristana (1892).
En 1886, a petición del presidente del partido liberal, Práxedes Mateo Sagasta, Benito Pérez Galdós fue nombrado diputado de Puerto Rico, cargo que desempeñó hasta 1890. Durante este período escribió algunas novelas más experimentales entre las que destacan La loca de la casa (1892) y El abuelo (1897).
Durante los últimos años de su vida se dedicó a la política; en la convocatoria electoral de 1907 fue elegido por la coalición republicano-socialista, cargo que le impidió, debido a la fuerte oposición de los sectores conservadores, obtener el Premio Nobel. Paralelamente a sus actividades políticas, problemas económicos le obligaron a partir de 1898 a continuar los Episodios Nacionales, de los que llegó a escribir tres series más.