CLA DE LA CAMOCHA "CON AROMA A CAFÉ"

El lector de Julio Verne, en virtual

Episodios de una guerra interminable, de Almudena Grandes

La segunda reunión de nuestro club de lectura después de la tregua del verano en este año tan extraño tuvo que ser nuevamente virtual. Desgraciadamente ya nos estamos acostumbrando a ello. Las pantallas no nos gustan tanto como las reuniones presenciales, pero es mejor esta solución que prescindir de estos encuentros que tanto enriquecen nuestras lecturas. Ademas, si tenemos que destacar algo positivo -sí, incluso situaciones como la que estamos viviendo lo tienen- es, sin duda, lo que hemos mejorado en el uso de la tecnología. ¡Vaya si mejoramos! Nos estamos convirtiendo en verdaderas expertas usuarias de plataformas de videoconferencias, jajaja…

La obra elegida en esta ocasión fue El lector de Julio Verne de Almudena Grandes, uno de los seis Episodios de una guerra interminable que concluirá con Mariano en el Bidasoa, aún por publicar.

Con esta serie la autora pretende contar lo que ocurrió en España durante la posguerra a través de la vida cotidiana en esta terrible época de nuestra historia; y lo hace conjugando con maestría lo real y lo ficticio en una novela muy cercana, que nos llega.

Se trata de una novela de aprendizaje en la que la literatura: las obras de Julio Verne que Nino lee con asombro y avidez, ayudan al protagonista a entender el mundo, y a nosotras como lectoras a empatizar con el personaje, pues nos acercamos a la historia a través de sus ojos de niño, que miran y tratan de entender la vida con esa ingenuidad y desconcierto propio de su infancia, de todas las infancias.

Es una novela muy bien escrita, muy recomendable, en la que solo eliminaríamos, si cabe, el final, la parte en la que se rompe la estructura narrativa y se incluye un apunte histórico, una justificación innecesaria, que desde nuestro punto de vista sobra y no aporta nada.

La elección de esta obra como lectura en nuestro club está relacionada con la inauguración en Gijón de la exposición fotográfica titulada Frente a Frente, una muestra con obras de dos fotógrafos que retrataron la misma sociedad española atrapada por el conflicto de la Guerra Civil desde los dos «frentes»: el nacional de Florentino López “Floro” y el republicano de Constantino Suárez.

La novela supo mantener nuestro interés durante toda su lectura, debido en gran medida a un recurso literario muy efectivo que Almudena Grandes utiliza con maestría: el de ir dejando constantes incógnitas a lo largo de la obra, que te enganchan. Un recurso que puede utilizar porque la narración se realiza en primera persona y desde el futuro: el futuro del niño que vive y cuenta la historia. Y lo hace con la voz y la madurez del adulto en que se convertirá, en un tiempo presente o cercano al presente. Esto es lo que, por otra parte, justifica esa madurez impropia de un niño de 9 años con la que en ocasiones Nino nos sorprende.

En ella se describen las terribles condiciones de vida que la posguerra impuso en la España rural de los pueblos más pequeños del sur, lo que nos trajo a la memoria recuerdos de nuestra propia infancia, como el uso del ladrillo caliente para mantener el calor, que también se utilizó aquí en el norte hasta épocas no tan lejanas.

Destaca la fuerza de muchos de sus personajes, como las valientes mujeres de El Cortijo de las Rubias, o la pareja formada por Sanchís y su esposa. Unos personajes que la autora no define con adjetivos, sino que va caracterizando a partir de sus propias acciones y de un sinfín de pequeños detalles cotidianos que van conformando su personalidad. Se aprecia, igualmente, la sensibilidad para con los vencidos y los que resistieron, como Cenecerro, el fugado, «el maquis» del sur, y quienes como Pepe el Portugués los ayudaron arriesgando sus propias vidas. Y es también un homenaje a todas aquellas maestras republicanas como Elena, que con su labor y el de las Misiones Pedagógicas empoderaron a las niñas.

El lector de Julio Verne es una historia de amor y muerte, de miedo, de horror y también de infancia. De imágenes, con escenas entrañables como la del marido pintando las uñas de los pies a su mujer, o la de aquella fotografía que enviaron al pueblo desde el extranjero las que se fueron. Y también es una historia de sonidos, como los que Nino oye aterrorizado desde su casa cuando torturan a los presos, o el silencio atronador que se produce en el pueblo cuando las mujeres llenan los tendales con ropa negra.

Y el final es el esperado. No podía ser otro en una autora como Almudena Grandes, que siempre trata de huir del maniqueísmo. El encuentro final de Nino con Pepe el Portugués en el partido comunista es un guiño al romanticismo que impregnó la política en algún momento de nuestra historia, pero no quiso otorgar a ninguno de los dos el acta de diputado, lo que aleja de ambos el triunfo político y aporta una solución muy coherente a la historia. Precisamente porque nos quiere lanzar el mensaje de que en España opresores y oprimidos vivían circunstancias parecidas, y unos y otros sentían el terror de saberse sin más escapatoria que la huida en una época en la que el miedo, la desconfianza y el terror dominaban nuestra sociedad. Una de las dos Españas es la que los hace sufrir, como en el poema de Machado.

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Os dejamos esta guía de lectura sobra Almudena Grandes.

Nos vemos en el siguiente encuentro.

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