Los pájaros nos traspasan en vuelo silencioso
R.M. Rilke

Es pecado matar a un ruiseñor. Esa idea resonó a través de las diferentes generaciones americanas. Los seres inocentes e indefensos no podían ser objeto de ataque. Sin embargo, a veces la injusticia se cobra sus propias víctimas, incluso a sangre fría. De todas estas vicisitudes humanas trata la literatura y son precisamente estos dos ejes, los pájaros y el crimen, los que vertebrarán el relato de esta semana. Como autores, jugaremos con la incertidumbre del lector realizando premoniciones sobre acontecimientos futuros y acotaremos el tiempo en el que se desarrollará la acción, cuyos protagonistas se identificarán, para bien o para mal, con las aves que surcan los cielos.