CLA DE CONTRUECES, CLA DE EL POLÍGONO

Trigo limpio de Juan Manuel Gil

Fotografía: Massimiliano Minocri

Biblioteca de Contrueces, miércoles 25 de enero, 10,30 horas

Biblioteca de Polígono, martes 31 de enero, 19.00 horas

Veinticinco años después de protagonizar una gam­berrada que marcará el transcurso de la vida de un grupo de amigos, el narrador sin nombre de esta no­vela recibe un mensaje de Simón, un miembro de la pandilla que desapareció un buen día sin dejar rastro, con una propuesta inesperada: ¿por qué no escribes sobre nosotros?, ¿sobre lo que nos sucedió?
Como una falsa novela de detectives, Trigo limpio sigue los pasos de un escritor dispuesto a cualquier cosa para darle forma a la novela perfecta mientras investiga sobre un pasado que poco se parece a lo que recuerda de su infancia perdida en un barrio periférico. Un juego literario en el que el lector está invitado a conectar las piezas de un hábil rompecabezas.

Una novela llena de humor que juega con la metaliteratura para recorrer la memoria del pasado.

Metaliteratura:  es literatura sobre literatura. Es un discurso autorreferencial que se manifiesta de varias formas. En algunos casos el autor interrumpe el argumento o se mete dentro de él para aclarar algo, hacer juicios de la obra misma y de su elaboración, tratar temas relacionados al género y las técnicas narrativas o hablar de la literatura en general. En otros casos, es un personaje quien aborda estas cuestiones. El texto se vuelve autoconsciente y difumina la barrera entre la ficción y la realidad. (Liliana Savoia. Revista La Otra)

Entrevista con el autor en el programa Biblioteca Pública de RNE

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CLA DE LA CAMOCHA "CON AROMA A CAFÉ", Sin categoría

La lluvia amarilla, de Julio Llamazares

En la entrada de hoy os traemos La lluvia amarilla, novela del conocido guionista de cine, narrador y poeta español Julio Llamazares. La obra es un monólogo de Andrés, el último habitante de Ainielle, un pequeño pueblo abandonado en el Pirineo aragonés. Refugiado en las ruinas de un pueblo fantasma, su anciana mente rememora el tiempo compartido con su esposa y a todos los amigos y vecinos que han fallecido o se han mudado a la ciudad.

La narración comienza en un punto curioso, ya que Andrés se encuentra esperando a alguien y mientras tanto ocupa la espera evocando recuerdos del pasado. Durante su narración veremos que la atención se centra en el inexpugnable paso del tiempo que acaba con todo a su paso. Esto se ve reflejado en el protagonista y en Ainielle, donde las casas se encuentran en un evidente estado de deterioro y podredumbre y el hombre se encuentra en los últimos momentos de una larga vida. Pese a ello, Andrés no quiere abandonar el pueblo puesto que ha pasado toda su vida allí y es lo único que ha conocido. Nació allí y allí quiere morir. No es capaz de comprender a todos aquellos que dejaron Ainielle para irse a la ciudad, para buscar una vida mejor. Entre ellos su primogénito, el único hijo que le quedaba que se fue en busca de una nueva vida dejando todo atrás, incluidos sus padres, algo que Andrés, con su visión del mundo y su fidelidad a lo que siempre ha conocido, nunca llegó a entender.

Conforme avanza la narración nos damos cuenta de que a quien realmente espera el protagonista es a la muerte y que su relato finaliza con ella, poniendo fin a la vida del hombre y a la del pueblo. De hecho, se puede ver cierta similitud entre Andrés y Ainielle. Andrés ha ido perdiendo poco a poco a todos sus seres queridos y el pueblo ha ido perdiendo a sus habitantes. Andrés se encuentra deteriorado por la edad, de la misma forma en que lo están las casas del pueblo por el abandono. Cuando termine su vida, Ainielle se quedará totalmente vacío, hasta que el paso del tiempo lo haga desaparecer, como si nunca hubiese existido.

Esta novela recuerda bastante a Pedro Páramo, escrita por el mejicano Juan Rulfo. En ambas destacan como temas principales el abandono, la soledad, la nostalgia, el recuerdo y la muerte, sobre todo esta última como algo que impregna totalmente la narración.

Julio Llamazares, autor de La lluvia amarilla, es conocido por su carrera como novelista, poeta y periodista, ocupaciones por las que abandonó el ejercicio de la abogacía. Su fama como novelista surgió a raíz de la publicación de su primera novela, Luna de lobos, y su carrera como poeta surgió con La lentitud de los bueyes. En toda su obra se remite asiduamente a sus viajes y a su origen leonés y se percibe una enorme sensibilidad a la naturaleza y hacia un modo de vida que tiende a desaparecer. Se caracteriza también por el intimismo, el uso preciso del lenguaje y por unas descripciones extremadamente cuidadas.

Durante la reunión todas coincidimos en que la novela es un ejemplo de prosa poética, muy lírica, donde cada una de las palabras cuenta. Una historia impactante y sobrecogedora que encarna la realidad del abandono y muerte de muchos pueblos de la «España vacía» de Sergio del Molino, en la que el autor cuenta el proceso de desaparición no solo de un lugar, sino también de una forma de vida que ya no tiene cabida en la actualidad.

La historia sobrecoge y angustia, aunque en ella apenas hay acción, lo que demuestra la maestría del autor para mantener en todo momento la tensión. Todo se cuenta con un monólogo magistral en el que el final está anunciado desde el primer momento. Lo que sucede ocurre en la mente del protagonista mientras espera en un ambiente de infinita soledad. Una avance implacable hacia la locura y la muerte, con una segunda parte absolutamente delirante e intensamente onírica.

La obra nos recuerda a la película Sin perdón de Clint Eastwood, y a una de sus frases inolvidables: «Matar a un hombre es algo muy duro, le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría tener». Porque cuando alguien muere, el último vecino de un pueblo en este caso: una persona que nació y vivió en él pero que ya apenas existe, con ella desaparece también el futuro y la memoria colectiva. Lo que nos resulta inexplicable es su decisión inquebrantable de quedarse. La respuesta quizás sea que no tiene elección… ni esperanza. Sería una traición, una deslealtad inasumible. Él mismo lo dice: «de aquí no se va nada«, ni su mujer, ni la perra, su fiel compañera. Se considera parte de la tierra, su guardián y custodio, y la ruina del pueblo es su propia ruina. Una decadencia simbolizada en el amarillo -el color del oro pero también del óxido y lo marchito- que, en una sinestesia continua, se va apoderando poco a poco e inexorablemente del libro.

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CLA DE GIJÓN-SUR

Purga, de Sofi Oksanen

Biblioteca Pumarín Gijón Sur. 19-05-21 a las 19 h. Inscripción desde el 04-04-21

Biblioteca Ateneo Calzada. 23-06-21 a las 11 h. Inscripción desde 03-05-21

Biblioteca Contrueces. 24-03-21 a las 10:30 h.

Biblioteca Ateneo Calzada. 18-02-21 a las 19 h.

INSCRIPCIÓN

Sofi Oksanen. Fotofrafía de Mirva Kakko

“Aguanta ahí. Ayúdame. Desarrolla una historia palabra por palabra. Una buena historia. Una historia que me permita quedarme aquí…” Purga. Salamandra, 2011

Estas palabras que podemos encontrar casi al inicio de Purga pueden ser suficientes para vernos atrapados dentro de la novela, puesto que se aprecia el interés de la autora en atrapar no solo a los personajes de la historia que está contando, sino también a los lectores. Escrita por la autora finlandesa Sofi Oksanen, Purga (2008) nos cuenta la historia de dos mujeres en una zona rural de Estonia en 1992 una vez recobrada la independencia tras la implosión de la URSS. Aliide, una anciana que vive en el bosque en condiciones precarias, encuentra en su jardín a una joven exhausta y desorientada, Zara,  que ha sido víctima del tráfico de mujeres y que ha conseguido escapar de sus captores. Por medio del diálogo y de la historia de ambas mujeres el lector conocerá no solo la vida en Estonia antes y después de la invasión soviética y las vejaciones alemanas, sino también todas las situaciones que vienen aparejadas a estas circunstancias bélicas y salvajes. Narrada en capítulos cortos que alternan el pasado y el presente, Purga pone de manifiesto las consecuencias del miedo y la humillación, pero también la gran capacidad de supervivencia del ser humano y el alto coste que tienen que pagar las mujeres en determinados momentos y circunstancias históricas.

Oksanen destaca a lo largo de toda la obra que pese al paso del tiempo, las mujeres se siguen viendo sometidas a todo tipo de vejaciones, que la historia se repite.

«Todo se repetía. Aunque el rublo se había convertido en corona, aunque los vuelos militares que la sobrevolaban habían ido a menos,  las mujeres de los oficiales ya no hablaban tan alto, aunque desde los altavoces del Pitkä Hermann sonaba sin cesar el himno de la independencia, siempre había una nueva bota de cuero curtido al cromo, siempre llegaba una bota nueva, igual o diferente, pero que siempre pisaba la garganta del mismo modo». Purga, Salamandra, 2011

Concebida originalmente como una obra de teatro, Purga ha alcanzado un éxito abrumador. Desde su publicación en Finlandia en 2008 ha ganado los premios más importantes del país, entre el que se encuentra el conocido y afamado Premio de Literatura del Consejo Nórdico. En Francia ha vendido más de 200.000 ejemplares en apenas cuatro meses, ganando el Premio Femina de literatura extranjera. En 2010, recibió el premio europeo a la Mejor Novela del Año. La novela ha sido traducida a más de 30 idiomas.

Sofi Oksanen es finlandesa aunque cuenta con ascendencia estonia. Estudió Literatura y Arte Dramático y es también conocida por otras obras como Las vacas de Stalin (2003), Baby Jane (2005), Cuando las palomas cayeron del cielo (2012) o Norma (2015), gracias a las cuales ha sido merecedora de los premios más importantes de su país, entre los que se encuentran el Premio Finlandia (2008), el Premio a la Persona del año (2009), el Premio del Libro Europeo (2010) o la Medalla de honor Chevalier por Ordre des Arts et des Lettres.

También participa activamente en el debate público en Finlandia, comenta sobre temas de actualidad en sus columnas y en varios programas de entrevistas y es activista del colectivo LGBT, lo que le mereció un premio en el año 2009 por los organizadores del Helsinki Pride.

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Purga, mapa de lectura

CLA DE LA CAMOCHA "CON AROMA A CAFÉ"

Una novela palestina para inaugurar el año

Comenzamos 2021 leyendo El azul entre el cielo y el agua de la escritora Susan Abulhawa, una obra que aborda el conflicto palestino-israelí a través de la historia familiar de Nazmiyeh, una mujer que lucha por mantener unida a su familia en los apenas 360 km2 que conforman la Franja de Gaza, desde los primeros enfrentamientos que provocan el éxodo de la población árabe a ese territorio a mediados del siglo XX, hasta la actualidad.

La novela gustó mucho, especialmente por la delicadeza y humanidad con la que se cuenta la historia. Un relato con un trasfondo político muy potente, lleno de detalles autobiográficos que la autora equilibra, dosifica y barniza, huyendo de la objetividad y pasando de puntillas sobre el conflicto (quizás por haberlo vivido en primera persona), porque, creemos, no pretende hacer un tratado histórico, ni dar lecciones de geopolítica, sino centrarse en la ficción familiar de unos personajes que viven y mueren en Gaza, que sufren, que ríen, que sueñan, que esperan, que aman… Lo que para alguna de nosotras esto haya «restado garra» a la novela y la deje «un poco coja».

Y es que, a pesar de la tragedia, Susan Abulhawa escribe una novela de amor y humor, una historia dulce, que rezuma espiritualidad, sobre la vida cotidiana de unas personas asentadas en el primer territorio del mundo convertido en campo de refugiados, en el que desgraciadamente la historia vuelve a repetirse, con otros protagonistas, con otras víctimas y verdugos, y donde vuelven a cometerse las mismas barbaridades. Un territorio en el que la red de túneles excavados en la frontera son vías clandestinas de comunicación y suministro, pero también causa de enfermedad y muerte; y en el que se producen vergonzantes ignominias como convertir el cálculo exacto de calorías del abastecimiento permitido a la población refugiada en cruel arma de tortura.

La novela está bien estructurada, con capítulos muy breves que hacen muy fácil y ágil su lectura, lo que posiblemente también sea mérito de la traductora de la obra.

Es una historia de mujeres -que no para mujeres- con personajes femeninos fuertes y empoderados, como la enérgica y deslenguada Nazmiyeh, que lucha por sus hijos y por mantener unida su familia, o Nur, tan semejante a Mariam, junto a la que ha heredado la disparidad del color de sus ojos, y cuyo mayor deseo es reencontrarse con su familia perdida y volver a su hogar.

Destaca la relación que las mujeres mantienen entre sí. Caracteres fuertes que ríen y lloran juntas, que luchan juntas, y se apoyan las unas a las otras en una suerte de camaradería inquebrantable, en la que también se producen muchos y buenos momentos de intimidad, y en ocasiones divertidas conversaciones subidas de tono, que tanto nos han recordado a las que tradicionalmente se producían en los lavaderos de nuestros pueblos y aldeas.

Los personajes masculinos están más desdibujados, aunque algunos de ellos son verdaderamente entrañables, como el abuelo de Nur, que ama a su nieta hasta el punto de arruinarse por conseguir su tutela, y con la que inicia la «lista de buenas palabras» para conjurar el miedo y la soledad, todo un guiño a la bondad y al saber ver el lado positivo de las cosas; o el tío Santiago, adicto a la heroína, que no es capaz de protegerla del desafecto de su madre y la maldad de su padrastro; o Jaled, el nieto de Nazmiyeh, que una enfermedad lo tiene atrapado entre la vida y la muerte, y que es la voz de la conciencia en esta historia.

Por otra parte, sorprende que la autora no haya desarrollado más los personajes del padre y la madre de Nur, de los que poco conocemos, aunque quizás los detalles no importen demasiado.

La obra rezuma espiritualidad oriental, expresada desde el principio de la novela en ese poema que se repite como un mantra, y simboliza la importancia el aquí y el ahora en la vida de los personajes.

Ese «azul entre el cielo y el agua» es el punto de contacto entre los vivos y los muertos, un limbo atemporal donde se encuentra Jaled, donde mora el recuerdo, un lugar sin sentimientos, semejante al estado catatónico en el que adolece el pueblo palestino.

La novela nos recordó a otras que ya leímos como Mil soles espléndidos o Cometas en el cielo de Khaled Hosseini, El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy, o incluso La casa de los espíritus de Isabel Allende, por la magia que está presente en muchos momentos de la obra, como en el don que permite a las niñas de la familia ver el aura de las personas, o el poder de Nazmiyeh para convocar al yenn Surimán; aunque la dureza del conflicto en el que viven los personajes aleje esta novela del realismo mágico hispanoamericano y se perciba más como expresión de la espiritualidad oriental.

El azul entre el cielo y el agua es una novela de exilio y desarraigo, de esperanza y resilencia, que habla de la necesidad que tienen las personas de aferrarse a sus raíces y del ansia de encontrar la propia identidad. Y su final no es el final. Las mujeres fijan su mirada en el limbo azul y permanecen, como lo hace el conflicto, que no concluye, que no avanza… Y la vida sigue sin cambios, habitando el territorio de la nada. ¿Habría sido posible otro final? Creemos que cualquier otro no habría estado acorde con la realidad.

Guía de lectura de El azul entre el cielo y el agua

CLA DE LA CAMOCHA "CON AROMA A CAFÉ"

El lector de Julio Verne, en virtual

Episodios de una guerra interminable, de Almudena Grandes

La segunda reunión de nuestro club de lectura después de la tregua del verano en este año tan extraño tuvo que ser nuevamente virtual. Desgraciadamente ya nos estamos acostumbrando a ello. Las pantallas no nos gustan tanto como las reuniones presenciales, pero es mejor esta solución que prescindir de estos encuentros que tanto enriquecen nuestras lecturas. Ademas, si tenemos que destacar algo positivo -sí, incluso situaciones como la que estamos viviendo lo tienen- es, sin duda, lo que hemos mejorado en el uso de la tecnología. ¡Vaya si mejoramos! Nos estamos convirtiendo en verdaderas expertas usuarias de plataformas de videoconferencias, jajaja…

La obra elegida en esta ocasión fue El lector de Julio Verne de Almudena Grandes, uno de los seis Episodios de una guerra interminable que concluirá con Mariano en el Bidasoa, aún por publicar.

Con esta serie la autora pretende contar lo que ocurrió en España durante la posguerra a través de la vida cotidiana en esta terrible época de nuestra historia; y lo hace conjugando con maestría lo real y lo ficticio en una novela muy cercana, que nos llega.

Se trata de una novela de aprendizaje en la que la literatura: las obras de Julio Verne que Nino lee con asombro y avidez, ayudan al protagonista a entender el mundo, y a nosotras como lectoras a empatizar con el personaje, pues nos acercamos a la historia a través de sus ojos de niño, que miran y tratan de entender la vida con esa ingenuidad y desconcierto propio de su infancia, de todas las infancias.

Es una novela muy bien escrita, muy recomendable, en la que solo eliminaríamos, si cabe, el final, la parte en la que se rompe la estructura narrativa y se incluye un apunte histórico, una justificación innecesaria, que desde nuestro punto de vista sobra y no aporta nada.

La elección de esta obra como lectura en nuestro club está relacionada con la inauguración en Gijón de la exposición fotográfica titulada Frente a Frente, una muestra con obras de dos fotógrafos que retrataron la misma sociedad española atrapada por el conflicto de la Guerra Civil desde los dos «frentes»: el nacional de Florentino López “Floro” y el republicano de Constantino Suárez.

La novela supo mantener nuestro interés durante toda su lectura, debido en gran medida a un recurso literario muy efectivo que Almudena Grandes utiliza con maestría: el de ir dejando constantes incógnitas a lo largo de la obra, que te enganchan. Un recurso que puede utilizar porque la narración se realiza en primera persona y desde el futuro: el futuro del niño que vive y cuenta la historia. Y lo hace con la voz y la madurez del adulto en que se convertirá, en un tiempo presente o cercano al presente. Esto es lo que, por otra parte, justifica esa madurez impropia de un niño de 9 años con la que en ocasiones Nino nos sorprende.

En ella se describen las terribles condiciones de vida que la posguerra impuso en la España rural de los pueblos más pequeños del sur, lo que nos trajo a la memoria recuerdos de nuestra propia infancia, como el uso del ladrillo caliente para mantener el calor, que también se utilizó aquí en el norte hasta épocas no tan lejanas.

Destaca la fuerza de muchos de sus personajes, como las valientes mujeres de El Cortijo de las Rubias, o la pareja formada por Sanchís y su esposa. Unos personajes que la autora no define con adjetivos, sino que va caracterizando a partir de sus propias acciones y de un sinfín de pequeños detalles cotidianos que van conformando su personalidad. Se aprecia, igualmente, la sensibilidad para con los vencidos y los que resistieron, como Cenecerro, el fugado, «el maquis» del sur, y quienes como Pepe el Portugués los ayudaron arriesgando sus propias vidas. Y es también un homenaje a todas aquellas maestras republicanas como Elena, que con su labor y el de las Misiones Pedagógicas empoderaron a las niñas.

El lector de Julio Verne es una historia de amor y muerte, de miedo, de horror y también de infancia. De imágenes, con escenas entrañables como la del marido pintando las uñas de los pies a su mujer, o la de aquella fotografía que enviaron al pueblo desde el extranjero las que se fueron. Y también es una historia de sonidos, como los que Nino oye aterrorizado desde su casa cuando torturan a los presos, o el silencio atronador que se produce en el pueblo cuando las mujeres llenan los tendales con ropa negra.

Y el final es el esperado. No podía ser otro en una autora como Almudena Grandes, que siempre trata de huir del maniqueísmo. El encuentro final de Nino con Pepe el Portugués en el partido comunista es un guiño al romanticismo que impregnó la política en algún momento de nuestra historia, pero no quiso otorgar a ninguno de los dos el acta de diputado, lo que aleja de ambos el triunfo político y aporta una solución muy coherente a la historia. Precisamente porque nos quiere lanzar el mensaje de que en España opresores y oprimidos vivían circunstancias parecidas, y unos y otros sentían el terror de saberse sin más escapatoria que la huida en una época en la que el miedo, la desconfianza y el terror dominaban nuestra sociedad. Una de las dos Españas es la que los hace sufrir, como en el poema de Machado.

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Os dejamos esta guía de lectura sobra Almudena Grandes.

Nos vemos en el siguiente encuentro.